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¿Tenemos que ser resilientes?

Primero debemos saber que significa la palabra RESILIENCIA.

Etimológicamente hablando, Resiliencia es un término que deriva del verbo en latín resilio, resiliere, que significa saltar hacia atrás, rebotar.

En psicología se entiende como la capacidad que tienen las personas de adaptarse y hacer frente a los problemas que la vida le presenta.


Y es que si bien, lo mejor es ser resilientes, no estamos obligados a serlo en primera instancia. Si no te sentís que estas bien no vas a poder ver nada bueno en nada, es normal y está perfectamente bien.

Ciertamente nos han vendido la idea de que debemos reaccionar bien o actuar positivamente en una situación delicada de nuestra vida, pero no todos los seres humanos somos iguales y cada uno de nosotros reacciona ante el dolor o los problemas de una manera totalmente distintas y es que no podemos creer que la vida se rige en absolutos, los sentimientos no son matemáticos, las emociones no las podemos manipular a nuestro antojo. Eventualmente podrás ver una salida, pero no nos podemos dejar llevar por la inmediatez, el hecho de querer reaccionar positivamente a un evento que nos provoca dolor o desasosiego puede contraproducente cuando no hemos asimilado bien la situación en cuestión.

Yo soy una persona resiliente, pero esto lo he logrado después de tantos episodios de dolor que me han enseñado a salir adelante, no siempre fue así, no siempre vi el vaso medio lleno, más bien siempre mis vasos los veía medio vacíos, casi secos y eso no necesariamente estaba mal.

Te pongo el ejemplo de mi hija Camila, ella fue diagnosticada con Leucemia linfoblástica aguda en 2019 cuando ella tenía 12 años de edad, fue un golpe que como padres fue bastante difícil de asimilar, mi esposo y yo somos personas de Fe por lo tanto logramos encontrar fortaleza en Dios. Camila por su parte, tuvo sus momentos críticos de miedo y ansiedad propios de la situación, los cuales esperábamos y supimos reaccionar para darle el apoyo que ella necesitaba. Al principio del diagnóstico, Camila cuestiono muchas cosas, se preguntaba por qué a ella y no fue resiliente, ya que no encontraba nada bueno al respecto, un diagnóstico de cáncer a cualquier edad impacta en sobre manera ya que asociamos esa palabra con la fatalidad del fin de tus días y es ahí donde yo te digo que está bien, NO TENES QUE SER RESILIENTE AL INSTANTE, necesitas un tiempo en donde reconozcas la situación, reconozcas tus miedos al respecto y empeces a ver esa luz al final del túnel para que no te quedes enfrascado en el miedo, porque querido mío, te tengo noticias, MIEDO SIEMPRE VAS A TENER y es que el miedo es inherente al ser humano ya que las cosas o situaciones nuevas sean estas buenas o malas siempre nos van a asustar.

Pero ¿entonces me tengo que quedar en mi sufrimiento y ahogarme? JAMAS, no te estoy diciendo eso, te estoy diciendo que te tomes un tiempo para trabajar y comprender eso que estas sintiendo, pero que no te quedes ahí, las cosas suceden por una razón y es eso lo que debes descubrir y es ahí donde radica la tal RESILIENCIA.

Cuando Camila interiorizo la situación, escucho con atención lo que le decíamos, empezó a comprender que lo suyo no era una sentencia fatídica, más bien el inicio de algo más grande y nació la idea de crear una fundación para ayudar a los niños y niñas que como ella estaban recibiendo tratamientos para combatir ese terrible mal y también a las familias de esos niños.

La actitud de Camila también cambio, pero eso no fue de un día a dos.


Aunque la lucha de Camila aun continua, en el camino nos ha dejado muchas lecciones que he querido compartirlas con vos para que si es posible te puedan servir de motivación y que te levantes de esa oscuridad, que empeces a trabajar en vos y que si tenes miedo, lo hagas con miedo pero que te levantes.

Yo te voy a seguir contando de Camila y sus procesos, de todo lo que hemos aprendido en el camino, pero será en otra entrada de este blog.


¡Nos vemos en la próxima!

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